Ruta dulce en Mallorca: tras las mejores ensaimadas de la isla
Si está pensando en pasar unos días de vacaciones en Mallorca y ya se ha empapado de lo que dicen sobre la isla las guías, seguro que ya sabe que la ensaimada es el postre mallorquín por excelencia. Sin embargo, lo que no sabemos si tiene claro es que este dulce tradicional puede comerse de infinidad de maneras. No pueden abandonar la isla sin degustar el postre más típico de la gastronomía balear, una de las señas de identidad de la isla ¡tan famosa como la sobrasada!
Los hornos más emblemáticos de la isla elaboran la receta de la ensaimada desde hace siglos. El secreto de su receta se ha ido transmitiendo de generación en generación. Aquí vamos a hacer un recorrido por algunos de ellos.
Can Joan de s’Aigo es la chocolatería/heladería más antigua de la isla. Está ubicada en Palma, donde existen tres locales en las calles Can Sanç, Baró de Santa Maria del Sepulcre o Sindicato, y tiene más de 300 años de historia.
Durante las fiestas de Navidad es muy típico entre los mallorquines (¡y también los turistas!) hacer cola en alguno de sus locales para comer ensaimada con una humeante taza de chocolate caliente. De hecho hacer cola en algunos de sus tres locales ya es casi una atracción turística.
En invierno, la ensaimada se combina en Can Joan de s’Aigo con chocolate y, en verano, con helado hecho de manera artesana y tradicional, y de sabores tan típicamente mallorquines y absolutamente deliciosos como la almendra, la avellana, la fresa, vainilla o albaricoque. Sea cual sea la época del año en la que visite Mallorca le recomendamos hacer una parada gastronómica en Can Joan de s’Aigo.
En el Fornet de la Soca, en la plaza Weyler, encontramos uno de los escaparates más instagrameados de la ciudad de Palma. Este horno, que data de 1916, tiene un aparador digno de postal. Es uno de los templos de la repostería mallorquina y en él se puede leer: “Arqueología Gastronómica Local”. No dude en probar cómo le salen las ensaimadas a su pastelero Tomeu Arbona.
En el Horno Santo Cristo, uno de los negocios más antiguos del sector, también podrá probar riquísimas ensaimadas hechas con la receta original que se ha ido pasando de generación en generación desde el momento que se fundó en 1911. Si le gusta experimentar con sabores nuevos, en este local preparan ensaimadas con un toque diferente y rellenas con chocolate blanco o dulce de leche. No hay excusa para marcharse de la isla sin probar sus dulces, ya que el Horno de Santo Cristo tiene dos grandes sucursales en el aeropuerto internacional de Son Sant Joan, donde podrá comprar ensaimadas sin necesidad de facturarlas.
En el Forn Fondo, ubicado también en la plaza Weyler de Palma, podrá probar hasta ¡20 tipos diferentes de ensaimadas! Todas ellas elaboradas de forma artesanal y tratando de adaptar el producto fresco de temporada. Allí las encontrará de higos, cerezas, pimientos, mazapán e incluso chocolate negreo con naranja. En Carnaval es muy popular la de sobrasada, en verano de higo u albaricoque y en Navidad rellenarla de turrón.
Como su nombre indica la ensaimada está elaborada a base de saïm, que significa manteca en catalán, la lengua propia de las islas. Entre sus ingredientes también destacan harina, levadura, huevos, un poco de agua y una pizca de sal, además de una fina capa de azúcar para cubrir el dulce. La ensaimada más popular es la lisa, que no lleva más que la masa y un poco de azúcar por encima. Sin embargo, existen muchas maneras de combinarla y comerla.
Después de la lisa, la de cabello de ángel es la más tradicional. También pueden hacerse con albaricoques o durante el Carnaval, y justo antes del inicio de la Cuaresma, con sobrasada y membrillo por encima. Hay hornos como hemos visto que la rellenan de chocolate, crema, nata o dulce de leche. ¡Un auténtico placer para los más golosos!
Las ensaimadas pueden ser individuales, medianas (para aproximadamente seis personas) o grandes (para entre 8 y 10 comensales). En los bares y restaurantes de la isla es habitual que la sirvan como desayuno o como postre tras las comidas. Y en las comidas familiares de los isleños no suele faltar una grande para compartir como postre entre todos los comensales.
Quien la prueba, repite. De hecho, si va a viajar a Mallorca para pasar en la isla unos días de desconexión y vacaciones prepárese para ver en el aeropuerto internacional de Son Sant Joan de la isla la típica estampa de hordas de turistas con sus paquetes de ensaimadas listos para viajar.
En las puertas de embarque una imagen se repite: turistas cargados con ensaimadas apiladas y anudadas con una cuerda. Es muy habitual ver cómo los turistas regresan a sus lugares de origen cargados con las típicas cajas de ensaimada. Unas cajas de cartón octogonales, con un diseño muy peculiar, y donde se puede transportar tan preciado dulce sin correr el riesgo de que se estropee.
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