¿Has oído hablar de la feria Medieval de Capdepera? Hoy desde el Hotel Rural Predi Son Jaumell te contamos todas las claves de este maravilloso evento que tuvo lugar el fin de semana pasado.
Con la llegada del mes de mayo aumenta el número de ferias y mercados que reúnen a gran cantidad de personas dispuestas a disfrutar del buen clima de Mallorca. Y es precisamente los pasados 13, 14 y 15 de mayo cuando tuvo lugar una de las más conocidas y espectaculares ferias de la isla. Nos referimos a la Feria Medieval de Capdepera.
El Castell de Capdepera, una fortificación amurallada del siglo XIV, corona este pequeño pueblo y le otorga un aspecto que evoca a la Mallorca más feudal. Esta construcción potencia aún más la atmósfera que desprende la Feria: nos sentimos como un verdadero aldeano del medievo al pasear por las angostas y adoquinadas callejuelas próximas al castillo.
La feria se celebra en Capdepera desde el año 2000. La gran acogida de la primera edición, que formó parte de los actos conmemorativos del 700 aniversario de la fundación del pueblo de Capdepera, ha propiciado que se siga celebrando año tras año.
Para entender el origen de la Feria Medieval de Capdepera debemos remontarnos más de 700 años atrás en el tiempo. Corría el año 1300 d.C. cuando el rey Jaume II promulgó “Les Ordinacions”. El principal objetivo de estas normas reales era agrupar a la dispersa población de algunas zonas de Mallorca. Para ello ordenó construir hasta doce pueblos en todo el territorio mallorquín.
Una de las ubicaciones elegidas estaba cerca del “Cap de Pedra”, en el extremo oriental de la isla. Este fue el origen del nombre de Capdepera, pueblo en el cual se erigió una gran muralla de piedra para protegerse de posibles invasores.
La reticencia de los aldeanos a dejar sus antiguas casas para vivir dentro de Capdepera dificultaba los objetivos del rey de reunir a la población dentro de las murallas. Debido a ello, Jaume II decidió recurrir a ayudas económicas para motivar a los habitantes a trasladarse dentro del recinto amurallado. Esto animó a la población cercana a trasladarse, y en poco tiempo un total de 150 viviendas fueron habitadas en el interior del pueblo, protegiendo a sus habitantes de bandidos y piratas gracias a la muralla de Capdepera.
El compromiso y las ganas de involucrarse de los gabellins, gentilicio que reciben los habitantes de Capdepera, es parte del éxito de esta feria.
Es tradición que los niños se encarguen cada año de elaborar los estandartes de las diversas casas feudales. Una vez finalizadas, estos estandartes se colocan en las azoteas de las calles por las que transcurre el mercado formando numerosas y coloridas banderolas. Además, los habitantes del pueblo pintan escudos y rodelas de madera según la representación heráldica de sus apellidos, para posteriormente exponerlos en ventanas y balcones. Tampoco es extraño ver a alguna tejedora de avanzada edad ataviada con ropajes propios de la época sentada delante de casa y tejiendo pacientemente.
Toda esta implicación ayuda a que la Fira Medieval de Capdepera sea única, real y representativa de un tiempo pasado.
Cuanto más nos aproximamos al castillo, mayores son las ganas de comer o beber en alguno de sus tan característicos puestos, o experimentar con alguno de los productos artesanales exhibidos en ellos. El olor a heno e incienso, los vistosos colores de los escudos colgados por doquier y sonidos propios de instrumentos medievales o xeremiers inundan cada uno de nuestros sentidos.
En cualquiera de sus calles podemos encontrar improvisados conciertos de instrumentos como el flabiol o el tamborí. También disfrutamos de obras de teatro callejeras donde se identifica un acento payés y arcaico propio del mallorquín de otros tiempos, bufones haciendo gamberradas, bailarines realizando danzas medievales e incluso exposiciones de armas originales del medievo magníficamente conservadas. Además, numerosos gigantes correteando por las calles y espectáculos ígneos circenses consiguen llamar la atención de pequeños y mayores a partes iguales.
Se trata de una oportunidad única para presenciar uno de los más hermosos mercados medievales, ya que este mercado se celebra solamente una vez al año e impulsa el rico patrimonio histórico y cultural de Mallorca. ¿Te animas el año que viene a hacer este viaje en el tiempo adentrándote en la Feria Medieval de Capdepera?