Faros de Mallorca y miradores
En Mallorca, ¡somos unos privilegiados! ¿No sabe qué hacer para disfrutar de la isla de forma distinta? Aquí va una idea desde Son Jaumell: visite todos los faros de Mallorca y miradores. Un plan perfecto, incluso para disfrutarlo en otoño e invierno.
Cada uno de los faros de Mallorca es especial, por algo en concreto: su localización, su historia, ... ¿Pero sabe qué característica comparten? ¡Sus increíbles vistas al Mar Mediterráneo! Y volviendo al principio, ¿por qué somos unos suertudos? Muy fácil, vaya donde vaya de la isla, las excepcionales vistas desde los miradores están más que aseguradas.
Por otro lado, muchos de ellos ofrecen rutas senderistas para estar en contacto con la naturaleza. Además, podrá apreciar la historia y adentrarse en épocas pasadas, en la que las fortalezas, torres de vigilancia y monasterios ocupaban una función muy importante. Llegados a este punto, ¿qué miradores de Mallorca queremos destacar? Veamos 8 faros y miradores excepcionales que no se puede perder.
Sa Foradada
¿Puede deducir el porqué de su nombre? Es uno de los rincones más conocidos y populares de Mallorca por su característica forma y elemento paisajístico que atrae la vista. ¡Ni más ni menos que un agujero de unos 33 metros de altura! Si nos dejamos llevar por la imaginación, podemos atribuirle diferentes formas, la más conocida, pensar que es el ojo de un monstruo marino.
El mirador está situado entre Valldemossa y Deià, y ofrece una ruta impresionante. Además, está muy ligado a la vida del Archiduque Lluís Salvador de Austria, el cual decidió construir su mansión, Son Marroig, justo aquí. Supongo que no tenía mal gusto a la hora de escoger donde vivir… Así que le recomendamos ir y disfrutar de todo el recorrido. ¿Por qué no lo visita y saca sus propias conclusiones?
Mirador Es Colomer
Es Colomer es uno de los miradores de Mallorca más impresionantes. Está situado en Pollença, concretamente cerca del faro de Cabo de Formentor, otra parada obligatoria para enamorarse un poquito más del paisaje mallorquín. ¿Su esencia? Las formas rocosas, los acantilados y las vistas al infinito mar azul. ¡No se arrepentirá!
Santuari de Cura
Sabemos que el ojo humano tiene ciertos límites, pero ¿y si le decimos que este mirador ubicado en Randa ofrece la posibilidad de quedarse impresionado con las vistas 360º? ¡Efectivamente! Un espacio situado a unos 548 metros de altura sobre el nivel del mar que permite observar diferentes puntos de la isla: pueblecitos, la bahía de Palma e incluso la Sierra de Tramuntana, considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO o incluso ¡Cabrera e Ibiza!
Mirador Ricardo Roca
Las vistas al paraíso existen, y desde Estellencs no cabe la menor duda de que los rincones pintorescos están presentes en la realidad. Un maravilloso mirador de Mallorca, repleto de vegetación, vida y un espacio onírico en el que adentrarse una vez en la vida.
Mirador de La Victoria
¿Quiere visitar la zona norte de la isla? El mirador de La Victoria, situado en Alcúdia, desde donde, además de apreciar las vistas a la bahía, es posible observar elementos de la época medieval y una ermita del siglo XIII rodeada de vegetación y pinos.
Mirador del nudo de la corbata
¿Su simple nombre ya capta la atención, verdad? Si el trayecto hasta el mirador ya es impresionante, ¡imagínese las vistas desde el mirador! Sin ninguna duda, otro de los miradores de Mallorca que no se puede perder. ¿Por qué será que se le llama nudo de la corbata? ¡Descúbralo!
Castillo de Bellver
¿Os esperabais que hubiese un castillo a solo unos 3 km del centro de Palma? Así es, y tal y como indica su nombre, es un castillo que tiene unas “vistas muy bonitas”. Sin lugar a dudas, un mirador excepcional, lleno de vegetación y con una clara diferencia: ser uno de los castillos europeos de forma redonda.
Castillo dE Santueri
¿Cree en los cuentos? Si se quiere adentrar en uno, visite el Castillo de Santueri de Felanitx, uno de los miradores de Mallorca con más leyendas, lleno de memorias e historias por contar.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado… Ahora le toca a usted escoger donde ir, mirar al horizonte con perspectiva, disfrutar del momento de desconexión y, sobre todo, de plenitud personal.
